Australia
Conoce nuestro viñedo
Vinos de Australia
Un país lleno de historia y diversidad
Australia es uno de los gigantes del vino a nivel mundial, tanto por la calidad como por la escala de su producción. Su historia vitivinícola es tan sorprendente como extensa, con regiones que comenzaron a cultivarse desde mediados del siglo XIX.
Todo comenzó en enero de 1788, cuando un barco británico llegó a la costa sureste de Australia con 300 prisioneros y su personal de vigilancia. Desembarcaron en el puerto de la ciudad de Sídney, fundada ese mismo año. Arthur Phillip, el primer gobernador de Nueva Gales del Sur, escribió entonces que «el cultivo de la vid en un clima tan favorable puede llevarse a cabo hasta el grado de perfección deseado».
Las primeras vides no tardaron en plantarse, aunque el verdadero arraigo de la viticultura australiana tomaría más de dos siglos. La expansión decisiva llegó en 1833, de la mano del británico James Busby, quien llevó más de 650 variedades desde Francia y España. Solo la mitad sobrevivió al viaje, pero fueron plantadas en el Jardín Botánico de Sídney y luego replicadas en otras tierras de Victoria y Australia del Sur. Con el tiempo, los inmigrantes europeos ayudarían a establecer la viticultura en diversas regiones del país.

Durante más de cien años, Australia fue conocida por sus vinos dulces, densos y con alto contenido alcohólico, comercializados bajo el nombre de “Australian Port”. No fue sino hasta los años 60 cuando comenzó una transformación radical: los vinos blancos frescos se abrieron paso, marcando el inicio de una nueva era. A partir de ahí, la producción se diversificó hacia tintos de excelencia, especialmente Cabernet Sauvignon, Merlot, Pinot Noir y Shiraz, ofrecidos tanto como varietales como en mezclas.
Australia ha estado a la vanguardia del renacimiento del vino en el llamado Nuevo Mundo. La ausencia de leyes restrictivas y denominaciones de origen rígidas permitió a sus productores explorar sin límites: experimentar con variedades de uva, estilos de vino y técnicas de vinificación se convirtió en parte de su identidad. Y gracias a esa libertad creativa, el vino australiano sigue sorprendiendo al mundo.
¿Por qué Australia es tan especial?
Orígenes del vino australiano
Cultivo ideal en Australia
Viticultura del Nuevo Mundo

Las joyas vinícolas de Australia
Australia es un país enorme, con una diversidad de climas y paisajes que lo convierten en uno de los lugares más versátiles del mundo para cultivar uvas. Esa riqueza natural se refleja también en sus viñedos: en 2021, el 39 % de las plantaciones estaba dedicado a Shiraz, un 24 % a Cabernet Sauvignon y un 21 % a Chardonnay. Merlot y Sauvignon Blanc completan la lista con un 8 % y un 6 % respectivamente.
- Shiraz: Brillante, audaz y con mucha personalidad.
- Cabernet Sauvignon: Sabores típicos: pera, pan tostado, cítricos, jengibre, frutos secos y frutas de hueso.
- Chardonnay: Aromas y sabores clásicos: zarzamora, cereza y un toque de menta
- Grenache: Suave y afrutado, con fresa y especias, renace en McLaren Vale y Baross.

Australia. Sus tierras son tan diversas como sus vinos, con suelos que van desde la arcilla hasta la marga y la arenisca.
El clima también varía mucho. En algunas zonas se encuentran altitudes elevadas y temperaturas frescas, mientras que otras combinan calor, humedad y lluvias intensas en plena temporada de crecimiento. Por otro lado, hay áreas más secas donde el riego es esencial para que la vid prospere. Esta mezcla de condiciones hace que Nueva Gales del Sur sea un verdadero mosaico de posibilidades enológicas.