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Escocia

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Whiskys de Escocia

Conoce Escocia

Tierra de Historia, Naturaleza y Leyendas

Escocia es uno de los destinos más impresionantes y naturales del Reino Unido, con paisajes inmaculados que combinan castillos medievales, lagos místicos y montañas imponentes. Su historia está marcada por batallas épicas, como la lucha por la libertad liderada por William Wallace, cuyo legado aún resuena en el majestuoso Castillo de Stirling, testigo mudo de su valentía.

Además de sus relatos históricos, Escocia también alberga leyendas y mitos. Algunos, como la del temible monstruo del Lago Ness, han convertido este lugar en uno de los más famosos del mundo. Otros, en cambio, nacen de la imaginación de aquellos que han disfrutado más de un trago del «agua de la vida», el nombre en gaélico (Uisge Beatha) del famoso whisky escocés.

Entre sus ciudades más emblemáticas, Edimburgo destaca por haber inspirado a grandes escritores como Robert Louis Stevenson, Sir Walter Scott y James Matthew Barrie. Mientras tanto, Glasgow, con su vibrante escena artística y cultural, se ha convertido en un símbolo de la modernidad escocesa.

Y no podemos olvidar las Tierras Altas (Highlands), una región de belleza sobrecogedora que ha servido de escenario para innumerables historias de héroes, clanes y antiguas tradiciones que aún laten en el corazón de Escocia.

El Whisky: El Alma de Escocia

La destilación de licores en Escocia tiene una historia de más de 500 años. En sus inicios, este líquido era conocido como «Uisge Beatha», que en gaélico significa «agua de la vida».

A lo largo de los siglos, con la mejora de los métodos de destilación, el whisky evolucionó hasta convertirse en una bebida refinada. Fueron los monjes quienes, al trasladarse de los monasterios a las comunidades, difundieron su conocimiento sobre la destilación, convirtiéndola en una práctica extendida. En aquel entonces, se creía que los destilados tenían propiedades medicinales, e incluso se usaban para tratar enfermedades como la viruela, aunque no hay evidencia científica que respalde tales beneficios.

Con el tiempo, el «Uisge Beatha» pasó a ser conocido simplemente como whisky y se convirtió en una parte fundamental de la cultura escocesa. Era costumbre ofrecer un trago a los visitantes como gesto de hospitalidad y bienvenida.

La gran revolución del whisky escocés ocurrió en la década de 1830, con la producción de whiskies de grano, más ligeros que los tradicionales whiskies de malta. Esta combinación amplió su atractivo a nivel mundial. Fue en este contexto donde un hombre llamado John Walker comenzó a mezclar whiskies de diferentes regiones de Escocia, sentando las bases de lo que hoy conocemos como el whisky escocés más emblemático del mundo.

¿Por qué Escocia es tan especial?

Tierra de leyendas

Desde los antiguos clanes de las Tierras Altas hasta las historias de William Wallace y Rob Roy, Escocia es un país envuelto en mitos y hazañas heroicas. Sin olvidar, por supuesto, la misteriosa leyenda del Monstruo del Lago Ness.

Naturaleza en su máxima expresión

Escocia es un paraíso de paisajes impresionantes, con montañas imponentes, acantilados dramáticos y lagos profundos. Desde las Tierras Altas hasta la Isla de Skye, su naturaleza salvaje cautiva a viajeros y aventureros.

Cuna del whisky escocés

Con más de 500 años de historia en la destilación, Escocia ha perfeccionado el arte del whisky. Cada región —Islay, Speyside, Highlands, Lowlands y Campbeltown— ofrece perfiles de sabor únicos, convirtiendo al whisky escocés en un símbolo de tradición y excelencia a nivel mundial.
Cepas Emblemática

Las joyas del whisky escocés

El alma del whisky escocés cobra vida en cada botella de Douglas Laing, una casa familiar con más de 75 años de tradición en la creación de whiskies excepcionales. Fundada en Glasgow en 1948, la compañía ha perfeccionado el arte de seleccionar y mezclar barricas de las mejores destilerías de Escocia, manteniendo siempre su filosofía de ofrecer whiskies sin filtrado en frío ni colorantes artificiales, respetando su esencia más pura.

Cada expresión de Douglas Laing revela un perfil único, representando lo mejor de cada región escocesa:

La producción de whisky en Escocia se remonta a la antigüedad, cuando los monjes trajeron consigo el conocimiento de la destilación en la Edad Media. Se cree que los primeros destilados en la región surgieron en los monasterios, donde los monjes perfeccionaron la técnica utilizando el abundante grano local y el agua pura de los manantiales escoceses.

Durante siglos, la destilación se convirtió en una práctica esencial en las tierras escocesas. Sin embargo, fueron los destiladores ilegales y los clanes de las Tierras Altas quienes desempeñaron un papel crucial en la evolución del whisky escocés, refinando el proceso en alambiques clandestinos antes de que la producción fuera regulada. En 1823, la aprobación de la Excise Act permitió que la destilación se legalizara, dando paso a la era moderna del whisky escocés.

Las destilerías históricas de regiones como Speyside, Islay, Highland y Lowland consolidaron la reputación de Escocia como la cuna del whisky. Un aspecto fascinante de su producción es la influencia del terroir, donde factores como el clima, la altitud y la calidad del agua otorgan a cada whisky un carácter distintivo.

Una de las regiones más prestigiosas es Speyside, hogar de algunas de las destilerías más emblemáticas del mundo. Su ubicación privilegiada, con acceso a aguas puras y un clima más templado en comparación con otras regiones de Escocia, ha permitido la creación de whiskies refinados, con notas afrutadas y una elegante complejidad. Hoy en día, el whisky escocés no solo es una de las bebidas más apreciadas a nivel mundial, sino también un símbolo del patrimonio cultural escocés, con una historia que sigue evolucionando.

Escocia: Una tierra llena de historia y sabor

Un legado que nace de la tierra, moldeado por el tiempo y la
dedicación

Cada copa de vino cuenta una historia

Escocia, tierra del whisky con siglos de historia